Antes de hablar de lo que viene después, vamos a repasar los pasos esenciales que has aprendido en este curso. Tenerlos claros te ayudará a trabajar con más seguridad en el futuro.
Preparar el espacio de trabajo
Un taller improvisado pero ordenado, con todo lo necesario a mano, es tu mejor aliado. Evita interrupciones y reduce el riesgo de que la arcilla se seque antes de tiempo.
Manejo y conservación de la arcilla
Aprendiste a hidratarla, a cubrirla siempre cuando no la usas y a trabajar con la cantidad justa para tu proyecto.
Modelado y texturizado
Ahora sabes laminar al grosor adecuado, cortar formas limpias, aplicar texturas con precisión y hacer perforaciones sin debilitar la pieza.
Secado y afinado
El secado correcto previene fisuras y roturas. Lijar con cuidado da ese acabado limpio que hace que una pieza “casera” parezca profesional.
Sinterizado
Has conocido tres métodos: soplete, estufa de gas con malla metálica y servicio de horneado. Sabes cómo controlar el calor y el tiempo para lograr plata sólida y resistente.
Acabado final
Con el cepillado revelas la plata y con el pulido consigues ese brillo que tanto llama la atención. También aprendiste a conservar el acabado y a prevenir la oxidación.
Errores comunes que ahora puedes evitar
No respetar el grosor mínimo de 1,2 mm en piezas planas.
Aplicar texturas demasiado profundas que debiliten la pieza.
Cocer una pieza con humedad interna.
Pulir en exceso y perder detalles de textura.