Antes de hablar de lo que viene después, vamos a repasar los pasos esenciales que has aprendido en este curso. Tenerlos claros te ayudará a trabajar con más seguridad en el futuro.

  1. Preparar el espacio de trabajo

    Un taller improvisado pero ordenado, con todo lo necesario a mano, es tu mejor aliado. Evita interrupciones y reduce el riesgo de que la arcilla se seque antes de tiempo.

  2. Manejo y conservación de la arcilla

    Aprendiste a hidratarla, a cubrirla siempre cuando no la usas y a trabajar con la cantidad justa para tu proyecto.

  3. Modelado y texturizado

    Ahora sabes laminar al grosor adecuado, cortar formas limpias, aplicar texturas con precisión y hacer perforaciones sin debilitar la pieza.

  4. Secado y afinado

    El secado correcto previene fisuras y roturas. Lijar con cuidado da ese acabado limpio que hace que una pieza “casera” parezca profesional.

  5. Sinterizado

    Has conocido tres métodos: soplete, estufa de gas con malla metálica y servicio de horneado. Sabes cómo controlar el calor y el tiempo para lograr plata sólida y resistente.

  6. Acabado final

    Con el cepillado revelas la plata y con el pulido consigues ese brillo que tanto llama la atención. También aprendiste a conservar el acabado y a prevenir la oxidación.

Errores comunes que ahora puedes evitar

  • No respetar el grosor mínimo de 1,2 mm en piezas planas.

  • Aplicar texturas demasiado profundas que debiliten la pieza.

  • Cocer una pieza con humedad interna.

  • Pulir en exceso y perder detalles de textura.